Superado el reto #DesAUTOxícate. ¿Y ahora qué?

Tu coche es una parte de ti y cualquier excusa es buena para cogerlo en lugar de utilizar otro tipo de transporte, ya sea público o no motorizado. Lo mimas, lo limpias, pasar la ITV es como si te dieran las notas del último examen de la carrera y una simple ralladura es el drama del día. Cuando te sientas al volante y pones tu música favorita a todo volumen no hay quien te pare. Y un día alguien te lanza el reto. ¿Serías capaz de vivir un mes sin coche? Por supuesto. ¿O no?

 Un día el reto se hace realidad. Cambias las llaves de tu coche por un abono transporte, una tarjeta del servicio de bicicleta pública y una tarjeta de una empresa de carsharing. Ahora, no hay excusas. En ese mismo momento tu mentalidad tiene que cambiar por necesidad. Tu principal aliado serán internet y las diferentes apps de movilidad que podemos encontrar, por lo que te pones manos a la obra. Metro, autobús, bicicleta, carsharing,… serán a partir de ahora tus medios de transporte.

 El primer día todo es puro caos y el tiempo te come, lo cual te da la razón cuando dices que tardas menos en coche, pero los días empiezan a pasar y comienzas a apuntar los tiempos de tus recorridos. Te quedas sorprendido cuando ves que tardas en llegar andando al trabajo lo mismo que tardas en ir en autobús. Eso, si tienes la suerte de coger todo sin necesidad de esperar minutos interminables en la parada y si nadie ha tenido la ocurrencia de parar en doble fila e impedir el paso en la calle por la que tu autobús tiene que pasar. Entonces todo empieza a cambiar. Realizas todas las combinaciones posibles para ir al trabajo (autobús, metro, a pie, bici-autobús, bici-andando,…) hasta encontrar la más óptima, y así lo vas haciendo con todos tus recorridos habituales. Empiezas a planear tus recorridos antes de poner un pie en la calle y te das cuenta de todo el tiempo que perdías en atascos o buscando sitio para aparcar. Eso sin hablar del dinero en gasolina o aparcamientos.

 Durante este tiempo también te han enseñado a conducir de forma eficiente con unos resultados que no hubieras imaginado y que debes aprender a internalizar, y has podido comprobar que el carsharing es un magnífico complemento para ahorrar tiempo en desplazamientos puntuales. Además te han enseñado cómo funciona el transporte público desde sus bases de control, lo cual ha hecho que entiendas todas esas cosas por las que antes te revelabas contra el conductor de turno.

 Dicen que 21 días son los necesarios para que una acción se convierta en hábito y durante este reto se puede comprobar. La primera semana todo es novedad y la ilusión hace que no haya fisuras en tu cometido. La segunda semana comienzas a mirar tu coche con melancolía y a preguntarte dónde están las llaves de repuesto que guardaste con tanto celo. A partir de la tercera todo ha cambiado. Has aprendido que puedes vivir sin “tu” coche y lo estás demostrando. Durante todo este periodo muchos han dudado de que puedas hacerlo, pero internamente sabes que esto ya está hecho.

 Llega el último día. Recuperas las llaves de tu coche. Cuando coges tu coche te preguntas si realmente lo necesitas y entonces es cuando lo vuelves a dejar en su sitio. Comienzas a hacer cuentas: gasolina, aparcamientos, valor del coche, seguro, mantenimiento del coche, averías, impuestos,… Empiezas a valorar el tiempo que has utilizado durante tus viajes en transporte público, en volver a recuperar tu afición a leer, y que la hora andando que haces en la cinta del gimnasio la has hecho al ir a trabajar. Has pasado por sitios por los que llevabas años sin pasar por ir en coche y has descubierto los nuevos cambios que ha habido por tu barrio. No sólo es dinero, es todo lo demás lo que hace que valores que aparcar el coche es un buen hábito. Esto no quiere decir que debamos demonizar el vehículo privado, simplemente que debemos realizar un uso racional del mismo.

 A fecha de hoy han pasado dos meses desde que acabó el reto. El coche está aparcado en tu día a día, vas al trabajo andando y no dudas en coger una bicicleta pública cuando el autobús va a tardar 20 minutos en llegar.

 Según la definición del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), movilidad sostenible es aquella capaz de satisfacer las necesidades de la sociedad de moverse libremente, acceder, comunicar, comercializar o establecer relaciones sin sacrificar otros  valores humanos o ecológicos básicos actuales o del futuro.

 Detrás de esta definición, no sólo está obtener un modelo de movilidad funcional que abarque todas las áreas del territorio, que evite las congestiones y la incomunicación de determinados lugares, sino que hay detrás un montón de otros aspectos que afectan directamente a nuestras vidas, nuestra salud e incluso nuestros derechos

 Por ejemplo, la reducción del uso de vehículos privados por colectivos, o el cambio de la tecnología de combustión por otras tecnologías más limpias ya operativas, redundará significativamente a la menor emisión de contaminantes a la atmósfera y por tanto,  a mejorar la salud de los ciudadanos, a obtener ciudades más respirables y por tanto a un disfrute del uso público de la ciudad más extendido. Detrás de la definición está la protección de los colectivos más vulnerables, del acceso universal a la movilidad para todos, no sólo aquellos que disponen de vehículo privado, la coexistencia de distintos modos, incluidos los ciclistas, los peatones y las personas con movilidad reducida. De igual forma, está la defensa del espacio público para distintos usos y dar más valor al tiempo que empleamos en los desplazamientos, a que no sólo midamos los costes por las tarifas, sino que internalicemos todos los costes económicos, ambientales y sociales.

 Pero todo esto, avisado en documentales, artículos de periódico, seminarios, etc., no lo has llegado a comprender de verdad hasta que no has vivido la experiencia DesAUTOXícate, o dicho de otra forma, hasta que no has comprendido lo que hacemos con este ritmo de vida sedentario y estresante al que nos hemos sometido.

 Reto conseguido.

 

 

LAURA RUBIO ROPERO

Retada "DesAUTOxícate" - Tesorera ACA