El Test BlowerDoor

Las perdidas energéticas de un edificio dependen de forma muy importante de las entradas y salidas indeseadas de aire.

Tradicionalmente estas infiltraciones se asocian sobre todo a carpinterías, pero lo cierto es que estos defectos se encuentran en gran número de elementos constructivos; cajas de enchufe, de persiana, apoyos de forjados prefabricados sobre vigas e incluso llagueado en cerramientos de ladrillo.

El “Test Blowerdoor” permite detectar la importancia de esas fugas.

El procedimiento es el siguiente; Tras cerrar de forma natural puertas y ventanas y sellar rejillas de ventilación, se extrae aire de la vivienda con un ventilador hasta alcanzar en la misma una sobrepresión prefijada. Este test va a permitir comprobar la estanqueidad de la envolvente del edificio, detectar los defectos de las capas de aislamiento, evaluar los daños estructurales causados por la humedad, etc.

En Europa se usa como sobrepresión de referencia para este ensayo 50 Pa, lo que supone unos valores de Tasa de Renovación de Aire que tienen que ser inferiores a 3,0 m³/h en el caso de edificios con ventilación natural, y en el caso de edificios con sistemas de ventilación mecánicos dicho límite pasa a ser inferior a 1,5 m³/h.

Mientras que en España la medida de sobrepresión es de 100 Pa (dictada por el CTE), y solo haciendo referencia a la permeabilidad en carpinterías, los valores deben de ser inferiores a 50 m3/h para zonas climáticas A y B, y de 27 m3/h para zonas climáticas C, D y E.

La “Termografía IR” permite localizar las fugas en las viviendas.

Una vez que se ha llevado a cabo el test Blowerdoor, se procederá a realizar una termografía, la cual dará el soporte necesario para localizar esos “hilos” característicos que indican una fuga por infiltraciones dentro de la propia vivienda.

La combinación de “test Blowerdoor” con un análisis termográfico en el interior de la vivienda ensayada permite precisar con más detalle por donde se producen esas fugas: “EL BLOWERDOOR TEST MIDE CUANTO SE PIERDE, LA TERMOGRAFIA PERMITE DETECTAR DONDE Y DE QUE FORMA”

Si bien es verdad que el Código Técnico de la Edificación (CTE) regula este tipo de fugas que provocan la disminución de la eficiencia energética, los valores límite permitidos se encuentran muy por encima de los exigidos en el resto de Europa, lo que provoca que las pérdidas energéticas por fugas de aire sean muy elevadas, y un aumento sustancial de la contaminación por GEI provocada por el aumento en el uso de la capacidad de los sistemas de calefacción y refrigeración.

La solución a este problema vendría dada por el endurecimiento de los valores exigidos en los análisis de las viviendas españolas en materia de permeabilidad, así como con la inclusión en el CTE del análisis de la permeabilidad para la envolvente al completo, no sólo centrado en la carpintería. Actualmente el CTE se encuentra en fase de revisión, tenemos la oportunidad de situarnos en los límites marcados por nuestros vecinos europeos, apostando firmemente y dando un paso más para mejorar la eficiencia energética de nuestras viviendas.

 

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